Comportamiento del e-commerce en Europa

Es difícil imaginarnos hoy un mundo sin internet, se trata de la tecnología más importante de los últimos tiempos y que además ha logrado evolucionar para adaptarse a las necesidades de nosotros los consumidores. Pensar por un segundo en perder la comunicación y el acceso a información prácticamente infinita sería un duro golpe.

A pesar de tener más de 25 años, la verdadera penetración de la conexión a través de la web se ha producido tal vez en la última década, periodo en el cual hemos experimentado un avance desenfrenado y revolucionario, hasta el punto que es indispensable para hacer diversidad de operaciones y tareas cotidianas.

Para ser más precisos hoy nos vamos a enfocar en un área que parece tener su mejor momento en la web, el comercio electrónico, corresponde a todas las operaciones comerciales que puedan producirse a través de una plataforma digital, así como el mundo está cambiando lo tiene que hacer el comercio, y es que en los últimos tiempos las compras en internet le han salvado la vida a más de uno, no solo en Europa sino todo del mundo.

Podemos clasificar el e-commerce en dos variantes, la primera son todas aquellas operaciones en las que no interviene el consumidor final, es decir, la negociación se produce entre empresas y proveedores, y aquellas en donde interviene el usuario final que quiere adquirir un producto para satisfacer una necesidad, este último es realmente el más destacado y el que catalogamos como comercio B2C (business to consumer).

No podemos esperar que toda una sociedad se adapte de golpe a un sistema virtual de compras y por eso, medimos el acceso a internet en los países de la Unión Europea bajo dos velocidades, una que representa el número de personas que accede a la web y otra donde se mide la cantidad de usuarios que son partícipes del comercio electrónico.

Es lógico pensar que las compras en internet tienen más obstáculos, por lo que no tienen el mismo impacto que las redes sociales, por ejemplo. Uno de ellos es la escasa penetración de la red en algunos países. Es difícil llegar al 100% de conectividad sobre todo en zonas rurales, pese a ello un 66% de todos los internautas de la UE han comprado al menos una vez un artículo por páginas web.

Ahora bien, lo primero que debemos evaluar es el porcentaje de penetración de internet en cada país, como se menciona anteriormente las cifras son dispares, en Noruega por ejemplo el 98% de sus ciudadanos lo ha utilizado, en España alcanzamos el 81%, pero comparado con Turquía, por ejemplo, bajamos drásticamente hasta un 59%. Desde TIC Segura entendemos las dificultades que pueda tener un país para invertir en nuevas tecnologías, pero recomendamos que se propongan proyectos a nivel de la UE para igualar las condiciones del servicio y educar a los ciudadanos a hacer uso de la web.

Siendo así, es normal observar diferentes velocidades del comercio electrónico, siendo esta vez el Reino Unido el país a la vanguardia en donde un 90% de los internautas han comprado en internet el último año, pero no se explica entonces que en Macedonia o Rumania solo un 15% practique el comercio electrónico, más viviendo un momento donde o te adaptas o de desplomas. España se mantiene en 55% pero cada año sigue creciendo el porcentaje y la cantidad de tiendas virtuales que se crean en el país, posicionándonos en el puesto 18 un poco por debajo de la media.

Otro factor influyente que representa un reto para el comercio electrónico es la edad, el bloque importante de compradores comprende edades entre 25 y 54 años, pero seguidos de cerca por los más jóvenes entre los 16 y los 24 años, lo que probablemente indica que las nuevas generaciones serán quienes coloquen la pauta a seguir, apostar por proyectos virtuales no es nada descabellado considerando que además de ser influyente en el presente tendrá mayor impacto en el futuro. Se podría pensar entonces que aquellos países con una edad media más alta tienen menores porcentajes de ventas online, aun cuando los mayores poco a poco se van incorporando a las compras virtuales.

Ahora bien, una meta que persigue el comercio electrónico es vender más a un mismo usuario, la mayoría adquiere entre 1 o 2 productos al año, la media del grupo entre 25 y 54 años llega a 10 artículos, pero debemos considerar que hay una gama extensa de productos en este mercado y la idea es copar las necesidades de los usuarios para que terminen haciendo sus compras en casa a través de un ordenador.

Tampoco se pretende a estas alturas competir con el comercio de calle, pero la confianza juega su papel en ese sentido, al menos para mejorar la rentabilidad del e-commerce, muchos usuarios no se sienten seguros de realizar las compras, salvo que sea bajo sitios web reconocidos, tipo Amazon, Alibaba u otras tiendas en donde intervienen millones de usuarios, se tiene que educar a los consumidores para sentir seguridad de comprar en cualquier tipo de tienda virtual por pequeña que sea.

Por otro lado, en la Unión Europea los consumidores por internet prefieren adquirir los productos recurriendo a sitios de nivel nacional, suponiendo que es más práctico y cómodo a la hora de esperar el producto, aunque siguen creciendo los números de compras internacionales, llegando al 20% fuera del bloque comunitario, esto puede ser también debido a que entre los servicios más solicitados se encuentra el alojamiento turístico y los viajes, solo por detrás de la ropa y artículos deportivos.

Esperamos seguir viendo un crecimiento constante en esta área. El e-commerce es el futuro de las operaciones electrónicas y otras tecnologías facilitan incluso los medios de pago, la mejoría de las operaciones e incluso poder no solo adquirir bienes o servicio sino empezar a pensar en contrataciones digitales.

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