Los números del Bitcoin en relación al consumo de energía

El Bitcoin es la principal criptomoneda del mercado y sin dudas una tecnología que ha revolucionado en diversos sectores en los últimos años. Estamos hablando de una moneda virtual que se fundó en el 2008 y que al día de hoy se ha revalorizado en más de 10.000 %, unos números que la convierten en el punto de mira de inversionistas, economistas, el sector bancario, el comercio digital entre otros, por lo que la cantidad de usuarios es cada vez mayor y el número de transacciones también se incrementa.

Sin embargo, no todo lo que rodea el Bitcoin es positivo, si bien es cierto que la lupa está puesta en su rendimiento, y el valor que toma en el mercado, hay que valorar otros datos importantes, en especial el consumo eléctrico que se requiere para que toda esta industria opere.

En ese sentido cabe desvelar una sorprendente relación, ya que la industria del Bitcoin supone un consumo energético equivalente al de la ciudad de Houston, Estados Unidos, lo cual no es poca cosa más aún si consideramos el hecho de que estas operaciones no son realmente reguladas y escapan de las manos de muchos entes internacionales que consideran apropiado controlar todo lo que rodea la criptodivisa.

En TIC Segura tenemos diversas posturas, en primer lugar, consideramos que la tecnología de blockchain, (en la cual se basa el sistema de transacciones de Bitcoin) tiene importantes beneficios por aportar mayor seguridad al usuario en cuanto al uso de su capital. Pero también es cierto que, sin ningún tipo de control, además de prestarse como una moneda ideal para transacciones delictivas, ciberataques o uso en el mercado negro, también afecta el medio ambiente y se abusa de los niveles de energía que se requieren para operar.

Es por ello que la regulación de la misma, (la cual se está debatiendo en diversos países e incluso en la Unión Europea) debe pasar también por un algún tipo de control que permita además obtener algún beneficio que sea utilizado para reponer las grandes cantidades de energía utilizada anualmente.

Una transacción de ‘bitcoin’ en la actualidad consume alrededor de 100 kilovatios hora (KWh), ascendiendo al menos a 12,9 teravatios hora cada año, sin contar que siguen subiendo los números.

Para poner otro ejemplo de la cantidad de energía que se requiere, una transacción que apenas dura unos segundos consume la misma energía que una bombilla tradicional encendida permanentemente por alrededor de tres meses, o para quienes son aficionados de los coches, es igual al recorrido entre Madrid y Gijón con la batería del último Tesla, todos esos datos según el comparador de tarifas eléctricas.

Por si fuera poco, estamos hablando exclusivamente de la principal criptomoneda del mundo, pero hay que destacar que existen cientos de ellas con diferentes niveles de importancia, pero si consideramos las 10 primeras es posible que se pueda duplicar o hasta triplicar el consumo estaríamos hablando de la energía suficiente para un país entero probablemente.

Una de las desventajas que tiene frente otros pagos tradicionales a nivel digital como lo son las tarjetas de crédito, es precisamente la diferencia del consumo, siendo 500 veces superior.

No hace falta ser un experto en la materia para darse cuenta que de seguir con el ritmo actual, el Bitcoin no es viable, ni para un uso a gran escala ni para una generalización de su uso en las pequeñas transacciones, generando un coste elevadísimo por cada operación. La gran pregunta es, ¿hay algún tipo de solución para reducir este impacto a nivel energético?, en teoría es probable que existan varias soluciones, pero estas cuestionan la filosofía del Bitcoin por lo que no existe una solución inmediata, como así lo señaló el codirector de Selectra, Gonzalo Lahera.

El origen del problema y el mayor causante de las elevadas cifras de consumo es lo que se denomina en la industria como “minería” que es el proceso de extraer la moneda a través de equipos de alta tecnología que hacen operaciones y resuelven problemas a una velocidad de vértigo.

Al tratarse de equipos tan especiales además de ser muy costosos requieren de mucha energía para operar, lo que ha llevado incluso a que muchas personas dedicadas a esta labor recalen en países en donde la energía eléctrica tiene un costo prácticamente subsidiado como lo es el caso Venezuela, en donde se han encontrado naves industriales llenos de equipos para minar Bitcoin, pagando apenas nada por la electricidad.

De esta manera, el estudio considera que el consumo energético de las transacciones de ‘bitcoin’, de continuar con el ritmo actual, es demasiado elevado para que pueda mantenerse de forma sostenible.

En resumen, el debate está abierto y seguramente se escuchen soluciones al problema, sin embargo, lo que se busca es difícil, la idea es disminuir estos niveles de consumo al máximo sin alterar el principio de horizontalidad que posee y caracteriza a Bitcoin.

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  • victoire henrich -

    ¡Artículo interesante! Es cierto que desde que se creó el bitcoin, la cantidad de usuarios y transacciones aumenta en el escenario mundial. Además, esta moneda digital se ha vuelto muy solicitada para transacciones criminales, ataques cibernéticos o uso en el mercado negro. Y para que todo esto funcione, necesitas altos niveles de energía. Yo diría que las actividades relacionadas con Bitcoin requieren suficiente energía y también afectan el medioambiente simplemente porque muchas personas están obteniendo grandes ganancias mediante el comercio o la minería de bitcoins. Este es el caso para mí, porque gano suficiente dinero a través del intercambio de bitcoin que hago en el sitio ************. Entonces, ¿cómo no consumes tanta energía como las personas entran en el comercio de bitcoins todos los días?

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