Ficheros PNR

Esta semana se ha aprobado en la Eurocámara lo que se ha denominado fichero PNR y desde TIC Segura queremos aclarar un poco que es eso.

Lo primero decir que el fichero PNR significa, en sus siglas en inglés, Passanger  Name Record, y es el registro que todas las compañías aéreas tienen de las personas que vuelan (y  compran un billete).

Este fichero no es novedoso, ni mucho menos. Las compañías lo tienen prácticamente desde los inicios de la aviación comercial, ¿cómo si no una persona podría acumular millas y/o puntos para obtener descuentos o viajes gratis?

Lo novedoso de la nueva legislación europea es que ese fichero ha de ser compartido con las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado sin necesidad de requerimiento judicial y, lo más importante, podrá ser consultado por las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado de otro Estado Miembro.

De tal forma que el viaje de un ciudadano español a Italia en una compañía aérea irlandesa no solo es conocido por la policía española e italiana, sino por todas las policías europeas.

Sin embargo esto no es del todo así. El acceso a este registro no es en cualquier momento y sin justificación. Siempre ha de estar circunscrito a la comisión (o la prevención de la comisión, mejor dicho) de determinados delitos, principalmente, el de terrorismo.

Tampoco es para siempre. El acceso es total para los últimos 6 meses. Pasado ese tiempo se oculta el nombre del pasajero y a los 5 años se cancelarán.

¿Cómo se justifica esta nueva normativa? La principal motivación es la de la seguridad. Europa ha sufrido diversas formas de terrorismo, siendo en la última década un terrorismo trasnacional e integrista, cuyos mecanismos actuales han resultado poco útiles para su lucha.

Con esta normativa se pretende analizar los movimientos sospechosos y atajar las conductas terroristas antes de que se produzcan.

Por último, esta aprobación tampoco es inmediata, necesita un máximo de 2 años para que las legislaciones nacionales se adapten, pero teniendo en cuenta los acontecimientos sucedidos recientemente en Europa, parece lógico pensar que no se tardará mucho es trasponer la normativa europea a las nacionales.

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