La agricultura inteligente crucial en la nueva industria 4.0

Seguramente has escuchado en reiteradas oportunidades el término de la industria 4.0, es más, aquí mismo hemos hablado en el pasado, y es que es un concepto que va tomando forma y uso frecuente en la sociedad, estamos hablando de un cambio generacional que afectará la forma en que producimos y distribuimos los productos, ¿cómo? Haciendo uso eficiente e inteligente de las nuevas tecnologías para cambiar sistemas, automatizar procesos, digitalizar el consumo y tener un manejo general a nivel de sistemas inteligentes y controladores de información.

En primera instancia parece un extracto sacado de un libro de ciencia ficción, pero la velocidad de desarrollo y las necesidades de la sociedad moderna crecen tan rápido que hoy ya se habla de la instalación de este nuevo modelo industrial.

Ahora bien, se preguntan ¿cómo entra la agricultura en todo este cambio, siendo un proceso en mayor parte natural?, pues para empezar debemos señalar que la industria alimentaria es probablemente la más grande del mundo, y la agricultura, la ganadería y la pesca son los tres eslabones principales de producción de alimentos y distribución de los mismos, lo que significa que forman parte de un sistema industrial que como todos tiene sus obstáculos y oportunidades para mejorar.

Dicho esto, en TIC segura vamos a destacar algunos de los problemas actuales que tiene la agricultura, que ya se denomina 3.0, y que pueden reducirse o incluso eliminarse aplicando métodos de agricultura inteligente.

Lo primero es el uso del agua, la agricultura utiliza a nivel mundial cerca del 70% del agua dulce del planeta para cubrir sus necesidades, por lo que se requiere encontrar la forma de aprovechar al máximo este recurso natural.

Por otra parte, está el cambio climático, el clima se ha convertido en un enemigo de la agricultura, los cambios recientes hacen difícil prever cuándo puede haber una sequía o venga una helada, por lo que se utilizan muchos químicos y fertilizantes con la intención de que las plantas soporten en medida dichos cambios y nos obstante muchas veces se pueden perder.

Y por si fuera poco tenemos a los nuevos consumidores, más informados, más conscientes y con una profunda conciencia de la sostenibilidad y el medio ambiente, nada de esto es malo, al contrario, las necesidades del consumidor están impulsando al sector agrícola a una imperiosa transformación y adopción de la conocida agricultura inteligente.

Pero ¿qué es la agricultura inteligente o “Smart agro”? no se trata de una nueva forma de agricultura, sino de una nueva manera de gestionar los datos que pueda darnos el proceso y las mejores formas de aprovechar esa información para identificar riesgos, tomar decisiones acertadas y a tiempo, establecer mecanismos de seguridad y hablar de un desarrollo sustentable, es decir, que se mantenga en el tiempo.

En definitiva, los cambios que provocan las nuevas tecnologías a nivel agrícola alcanzan toda la cadena productiva, y es así por la necesidad de acudir a tecnologías digitales, físicas y biológicas que anticipan grandes cambios en el mundo agrícola que hoy conocemos.

Si nos vamos a España, por ejemplo, nos encontramos que el sector agroalimentario tiene un peso relevante en el conjunto de la economía nacional, que además contribuye al entorno social generando empleos, y contribuyendo a la actividad y a que se mantengan habitadas extensas áreas rurales, por ende, debemos recurrir a la tecnología para combatir la progresiva y veloz pérdida de superficie cultivable.

Las TIC irrumpen entonces de diversas maneras, drones, sensores aéreos o terrestres, maquinaria guiada por GPS, robótica y hasta Inteligencia Artificial, entre otras herramientas se convertirán en parte del ambiente natural que conlleva el proceso agroalimentario. De eso se trata la agricultura inteligente, buscar la adaptación de los ecosistemas agrícolas mediante la optimización del uso de agua, fertilizantes y fitosanitarios, dando origen a lo que se denomina agricultura de precisión.

Para dar un ejemplo del empleo de las nuevas tecnologías vamos a hablar de los drones, probablemente sea el sistema tecnológico que más se utiliza por el momento para uso agrícola, de hecho, en EEUU, por ejemplo, el 74% de los agricultores los utilizar, bien sea para monitorear el cultivo, analizar el suelo y campo, evaluar la salud de las plantas o el ganado, etc.

Estos aparatos cuentan con sensores y cámaras que permiten muchas funciones a la hora de sobrevolar terrenos de gran amplitud, miden el estrés hídrico y el vigor de las plantas, determinan el número y el tamaño de cepas o ejemplares, realizan seguimiento de los cambios de color o forma de las plantas y ayudan a identificar con premura posibles enfermedades o riesgo de heladas.

Cabe destacar que toda la implementación de nuevas tecnologías requiere de una inversión importante, que desde TIC Segura consideramos sumamente importante, no solo por el simple hecho satisfacer las necesidades del consumidor, sino por el bien general de la sociedad, es imprescindible lograr un desarrollo agrícola sustentable, se requiere de dinero, investigación, educación, capacitación y reformulación de ciertos sistemas que perjudican el desarrollo agrícola para llegar realmente a la industria 4.0, que tarde o temprano va ser la nueva era.

Si bien parece tarea de las grandes compañías del sector, los pequeños agricultores también pueden sumarse a esta nueva era sin la necesidad de una fuerte inversión monetaria, de hecho algunas prácticas pueden incluso reducir sus costes operacionales, tales ejemplos pueden ser: la conservación del agua con zonas de amortiguamiento, el tratamiento de las aguas residuales, la utilización de compostaje y de fertilizante natural, la eliminación manual de malezas en vez de utilizar químicos, el manejo integrado de las plagas, etc.

Queda claro que empieza una carrera, una etapa en la que debemos tomar medidas para lograr una transformación completa, es cierto que quedan barreras por superar como la alimentación energética de los diferentes sensores, o la forma de transferir los datos a un sistema de almacenamiento y proceso de estudio, y eso sin olvidar que se requiere interconectar el mundo físico con lo digital, todavía hay muchas dudas y el concepto está algo turbio para los agricultores pero con el paso del tiempo y de la aplicación de las TIC seguramente pronto vivamos en carne propia la verdadera agricultura inteligente.

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