Hace pocos días se dio a conocer la “terrible” noticia, como la han calificado muchas personas, que hace referencia a la aprobación de la ley de copyright europea, la votación resultó ser bastante cerrada en el Congreso, pero finalmente ganó la parte a favor de su implementación. ¿Estamos hablando del fin del internet tal cual conocemos?, ¿cómo afectará al consumidor final?, ¿existe una forma de que no se aplique en España?, son algunas de las incertidumbres generadas en los últimos días.
Desde TIC Segura toca ponerse desde el punto de vista de la objetividad y analizar los puntos clave de la nueva normativa. En principio la finalidad de la misma es beneficiar a los autores y creadores de contenido, muchos de los cuales es cierto no tienen una justa remuneración precisamente por violación de derechos de autor, sin embargo, hay dos artículos muy controvertidos y bastante delicados que afectan de manera global al internet que conocemos hoy.
Se trata de los artículos 11 y 13, el primero propone que los medios de comunicación pueden negociar con plataformas agregadores de noticias, como Menéame, para cobrarles con la intención de darles el permiso de usar el contenido, es prácticamente un impuesto, que, de hecho, se probó con anterioridad en España con el “Canon AEDE” hoy en día sin utilidad que obligó a cerrar a plataformas de noticias importantes como Google News.
Por su parte el artículo 13 puede ser incluso más delicado, la norma propone obligar a las plataformas de vídeo, como YouTube, filtrar el contenido que suben los usuarios antes de su publicación para detectar si infringen derechos de autor, un problema financiero gigante para el generador de videos número uno del mundo y un problema para los usuarios y consumidores finales.
Entonces, una ley que busca fortalecer la protección del contenido y el beneficio justo para creadores parece el enemigo número uno de la libertad de expresión y de las limitaciones al acceso de la información, en pocas palabras, rompe con los ideales actuales de Internet.
Si bien aún queda tiempo para revertir o modificar la nueva ley europea (falta una votación definitiva en enero), desde TIC Segura consideramos importante dar la información adecuada para que el internauta sepa cuáles son sus posibilidades, y cómo le afectará la nueva ley a la hora de navegar en la web.
Lo primero que ha quedado claro es que los usuarios no serán multados si utilizan en internet contenido protegido con derecho de autor, pero sí que van a notar una diferencia, ya que, cuando intenten subir un vídeo, una foto, un audio o un texto con copyright en sitios como YouTube o Facebook se encontrarán con una barrera y serán rechazados automáticamente.
El problema es que para implementar este filtro que pueda escanear el contenido y detectar si existe alguno protegido, es necesario implementar un algoritmo de Inteligencia en las plataformas, hablamos de millones de videos en YouTube, por ejemplo, un trabajo humanamente imposible, pero el problema no es sólo el alto coste de implementar ese nuevo bot, el mismo no va a detectar, ni entender si la información que vas a subir es una parodia o un meme, por ejemplo, no importa si se trata de apenas unos segundos, si tu video no pasa la prueba libre de derechos no verá luz en internet.
Por lo anterior podemos anticipar que las grandes plataformas van a perder tráfico y usuarios, muchos de los cuales van a tener que migrar a sitios pequeños que no están sujetos a implementar estos filtros en sus plataformas, faltaría definir las características de los mismos a ver las posibilidades que se generan fuera de Google, YouTube, Facebook y compañía.
Otro de los apartados especialmente protegidos, son los eventos deportivos, ciertamente el mundo del espectáculo incluye al deporte y la ley va a procurar que los derechos de transmisión se cumplan adecuadamente, incluso los selfies no van a estar permitidos, así es, si subes una fotografía y en el fondo se ve el desarrollo de un partido o carrera automovilística podrías estar violando la protección del derecho de autor, un dolor de cabeza para los seguidores del deporte.
Otra de las consecuencias directas para los usuarios es el posible cambio de los enlaces de referencia en internet, por lo general nos apoyamos en palabras clave de un contenido para acceder a él, pero si prohíben poner nombre a estos enlaces los efectos van desde la web semántica hasta el sistema en que navega un televisor inteligente, buscando en todo momento un software infractor, ¿se llegará al punto de colocar los enlaces con números? o ¿seremos esclavos de tener que pagar por ellos?
Cuando hablamos de internet nos viene a la cabeza conceptos de acceso a la información, comunicación, libertad de expresión y mar de contenidos, pues esta ley rompe estas ideas y puede acabar con el internet que conocemos, es cierto que existen problemas con la propiedad intelectual en internet pero pasar al otro extremo y controlar toda la información que se va a subir en internet parece muy complicado, cabe recordar que en la web no sólo existen compañías como Facebook, Google, Twitter o YouTube, hay pequeñas plataformas que no pueden ser reguladas de la misma manera.