No cabe duda que las nuevas tecnologías representan el presente y futuro social, económico y cultural tanto de España como del resto del mundo, desde el más conocedor de nuevos canales de información y comunicación, hasta aquellos que tienen mayores dificultades para disfrutar de internet y sus beneficiarios saben de la importancia del entorno digital en el mundo, y a través de los años la adaptación del usuario ha sido eficiente y veloz, al punto de convertirse en un necesidad y un derecho ciudadano el acceso a esta tecnología.

En España el último año hemos visto como el hipersector TIC ha crecido en un 6.8%, alcanzando los 105.474 millones de Euros, a ojos estadísticos representa un crecimiento estable que además se ha mantenido en los últimos años, sobre todo después de superar la crisis económica.

En términos generales las sensaciones son buenas en la industria tecnológica, que no sólo aumentó el número de dividendos y capital, también se sumaron nuevas empresas de contenidos digitales a la lista que ya suma 33.170 entidades, un 3,3 % más que en el 2015.

Finalmente podemos cerrar los datos estadísticos con el nivel de empleo TIC, que hoy goza de su más amplia concepción de trabajo, un total de 471.860 profesionales cuyo perfil es de alta cualificación, con habilidades singulares y que además tienen un ingreso salarial por encima de la media laboral en España, cerrando un 4% más trabajadores que el año pasado.

Nos preguntamos entonces ¿cuál es la deuda que tiene España en el sector sí año tras año sigue creciendo?, pues desde TIC Segura consideramos que dado el entorno internacional y las necesidades de grandes corporaciones de adaptarse a un sistema industrial más avanzado y tecnológico el crecimiento no nos debe sorprender.

Lo que queremos decir, es que está muy bien el crecimiento, pero que todavía somos capaces de dar más y posicionarnos como un país pionero en el sector, para ello hace falta invertir en infraestructura y sobre todo programas de formación profesional.

Se estima que para el 2020 España tendrá un déficit de 800.000 vacantes de profesionales con conocimientos digitales. Las principales razones son una oferta formativa escasa y poco profesional, problemas en la transformación de empresas y falta de participación de un grupo multidisciplinar con presencia jurídica.

Cabe destacar que a nivel de formación sólo 5 países de la Unión Europea tienen un programa de grados específicos en el sector, que son dos grados en Reino Unido, Irlanda y Alemania, y un grado en Francia y Finlandia. Pero el mal de muchos es consuelo de tontos, y si bien en la región en general hay que implementar mejoras, en España debe hacerse de una formación atractiva y de calidad en nuevas tecnologías digitales.

La buena noticia es que existen recomendaciones, proyectos e informes capaces de cerrar esta brecha educacional y empezar a graduar profesionales que busquen trabajo en el país.

Por otro lado está el tema de la transformación empresarial, en particular de las PYMES, muchos proyectos se han visto obligados a abandonar su implementación por falta de capacidad profesional en medios digitales, o simplemente fracasan en un mundo desconocido para muchos inversionistas y comerciantes.

Este problema resulta un poco más complicado de ajustar, en primer lugar por la falta de competencias digitales básicas en la población actualmente, seguido de falta de coordinación a la hora de implementar una estrategia de desarrollo y crecimiento alineada con las nuevas tecnologías.

Finalmente, el obstáculo legal, el compliance en las empresas es cada vez más caro ya que la inversión que se hace en contrataciones de abogados o especialistas para estar al día con nuevas normativas digitales vigentes es más alta que hace unos años. Y no con todo hay muchos fraudes y empresas poco capacitadas para ofrecer un servicio seguro en el ámbito, al final puede resultar en un problema difícil de superar para pequeñas empresas.

Para cerrar el análisis cabe resaltar que a pesar de todo el gran protagonista en crecimiento son las tecnologías de información y comunicación, por encima del contenido digital con un amplio margen, y un buen dato es la tendencia positiva de negocio, es decir, la oportunidad de inversión en TIC, que alcanzó un 7% en el 2016 y los 88.015 millones de Euros, y de 17.000 millones para el subsector de contenidos digitales.