En los últimos años se ha hablado del fuerte crecimiento de los dispositivos móviles frente al ordenador, solo con apreciar las ventas nos podemos dar cuenta que los Smartphones y Tablets tienen copado el mercado, siendo, en los últimos cinco años, el aparato electrónico con mayores índices de ventas, y todo ello ha sido posible gracias a sus ventajas y predilección de los consumidores y de la necesidad de conectividad en todo momento y en todo lugar.

Sin embargo, hay una batalla que sigue luchando y con clara ventaja por arte del ordenador, se trata de las compras electrónicas, si bien el 90 % de los españoles confía en su Smartphone para entrar en la red, sólo un 7,2% de los consumidores lo utiliza para hacer compras online. La gran pregunta es ¿Qué hace que el otro 98,8% de los usuarios prefiera hacer las compras desde su hogar?

Desde TIC Segura tenemos algunas indagaciones y teorías al respecto, dando como primera posible razón el perfil del comprador, anteriormente hablamos que la mayoría de ciudadanos españoles que participa en el comercio electrónico tienen entre 25 y 40 años de edad, lo que significa que los jóvenes (mayores usuarios de dispositivos móviles quedan relativamente fuera de la estadística), eso significa que estas personas prefieren hacer las compras con mayor comodidad y teniendo todos sus documentos a mano, bien organizados.

La segunda posible teoría es la confianza, a pesar de que se trate de una sola plataforma de pago tanto si operas desde el ordenador como desde tu Smartphone, el consumidor se siente más seguro si entra en la versión de escritorio, probablemente con una interfaz más conocida y cómoda, incluso es probable que a pesar de que puedan buscar los artículos en el teléfono a la final terminen pagando desde el ordenador.

Estamos casi convencidos que el problema no es por la usabilidad, o falta de posibilidades desde el móvil, de hecho, recientemente se han desarrollado sistemas de pago online que son factibles desde cualquier dispositivo, con la finalidad de acelerar los procesos y mejorar la experiencia del cliente, creemos que el problema proviene de la falta de confianza y educación tecnológica, si de por si el e-commerce es una materia pendiente para los españoles pasará un tiempo antes de que lleguen a acostumbrarse a utilizar sus dispositivos para tal fin.

Sin embargo y a pesar de que seguimos creciendo en el ámbito TIC, la penetración de las nuevas tecnologías es un hecho, y es cuestión de tiempo para que el acceso a internet sea más efectivo en los hogares y ciudadanos. Hasta los momentos los cambios más notables en la sociedad son los comportamientos y nuevos hábitos de consumidores, provocados principalmente por la extensión de las redes sociales que son un verdadero centro de información y albergan promociones, ofertas, productos, noticias y todo tipo de publicidad para generar tráfico e impulsar la venta en tiendas virtuales.

En ese sentido podemos asegurar que a pesar de que no se concreten las compras en los dispositivos móviles, el efecto e impacto que logran las redes sociales en el comprador tienen una repercusión directa que termina desarrollando el trámite en el ordenador, pero es muy probable que la venta se originara en una red social.

En otro sentido y analizando un poco más a fondo los índices de penetración de internet en España, observamos un crecimiento en los últimos años, gracias a la aceptación y adaptación de las TIC a la sociedad, pero sigue estando algunos escalones por debajo del Reino Unido, Alemania, Francia o Dinamarca, pero por encima de Portugal e Italia. En términos generales el perfil del consumidor virtual es bastante parecido en toda la Unión Europea, con una mayor presencia masculina entre los 25 y 49 años de edad, lo que nos recuerda aquella primera razón del uso moderado del dispositivo móvil, siendo los más jóvenes los reyes en esa categoría.

Con todo lo expuesto nos da un indicador del futuro del e-commerce, estando dominado por una población más acostumbrada al uso de teléfonos inteligentes y otros aparatos desde los cuales pueden acceder a internet y por tanto hacer compras. Es importante que desde ya se vayan preparando los sistemas y plataformas para soportar un volumen importante de ventas virtuales.

La diversidad de métodos de pago será la clave, la mayoría prefiere utilizar sus tarjetas de débito o crédito, de hecho 3 de cada 5 españoles realizan sus compras así, pero no hay que dejar de lado PayPal, Bitcoins y otros medios modernos para generar otras alternativas y motivar al consumidor. Si bien el comportamiento no ha sido regular en los últimos tiempos, se estima que a medida que se acostumbren a estas nuevas formas de satisfacer sus necesidades se sentirán más confiados en realizar compras no solo para un producto o servicio en concreto, sino para cosas más ordinarias y cotidianas.

Al observar los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística, vemos que el uso de la red entre los más jóvenes, hablamos de 10 a 15 años superaba el 90% para el 2015 y el 80% de los hogares contaba con su conexión correspondiente, de hecho, el dispositivo móvil saca una importante ventaja, el 95% de la población cuenta con teléfono móvil y el 76% con algún tipo de ordenador.

Para cerrar el debate entre dispositivo móvil vs ordenador, hay que tener en cuenta que uno depende del otro, no se puede desarrollar exclusivamente un servicio para Smartphone, salvo que se trate de una aplicación, pero en ese caso no atacarías una población importante para generar ventas, tenemos claro que los hábitos de consumo han cambiado con estas nuevas tecnologías, pero a pesar de adaptarnos a ellas, va a pasar mucho tiempo para que el ordenador sea sustituido del todo por los consumidores.